lunes, 19 de enero de 2015

Viajar a través de los libros (Libros de viajes)

Los libros tienen la virtud de que nos transportan a otros lugares, ya sean reales o ficiticios, y nos colocan en la vida de otras personas, y en ese sentido casi todos los libros se pueden considerar como de viajes... viajes a otros países, a otros mundos, a otros cuerpos, o simplemente a nuestro interior, pero viajes al fin y al cabo.

Pero hoy quiero centrarme en los libros que nos llevan a conocer otras partes del Mundo, este mundo nuestro tan grande y tan pequeño al mismo tiempo, con tantos rincones maravillosos por conocer y descubrir que uno siempre tiene la sensanción, o la seguridad, de que no va a tener tiempo de descubrir todas esas maravillas que encierra, todas esas personas maravillosas que lo habitan, y es que viajar, junto con la lectura, es una de mis grandes pasiones...me encanta descubrir nuevos amancereres y atardeceres, visitar un lugar que siempre soñaste con ver, emborracharte de la belleza de tantos lugares, unos conocidos y otros no tanto. Y como no podía ser de otro modo, y dado este gusto mío por viajar, me encantan los libros de viajes.

En el caso de los libros de viajes casi los gustos van por autores, aunque no necesariamente, ya que hay algunos que tienen un don especial para este tipo de literatura, para transportarte al sitio, para que huelas  los olores y veas los colores de aquello que describe.

Así que quiero compartir algunos de los libros que más me han gustado a este respecto, evidentemente no es una lista "definitiva" ya que me queda tanto y tanto por leer, que sería imposible decir que son los mejores, o incluso hablar de "mis preferidos", pero sí me han ofrecido emociones y buenos viajes...

El primero de los libros que se me viene a la mente en cuanto hablo de viajes es Vagabundo en África, de Javier Reverte, es el segundo de una trilogía sobre África (de la cual me quedan por leer el primero y el último), donde además de transportarnos a África siguiendo el cauce del río Congo, utiliza como hilo conductor una novela de Conrad, El corazón de las tinieblas, y a lo largo del libro va narrando la hisotoria de África, sus conflictos, sus peculiaridades, y ayuda a comprender este contienente tan desconocido en el fondo. Esta mezcla entre literatura, viaje e Historia es una de las caracterirísitca de este autor, lo que hace que se haya convertido en uno de mis grandes escritores de cabecera (y que sienta cierta envidia, también es cierto). Otros títulos que me han embrujado de este autor son Corazón de Ulises o La aventura de viajar (tengo pendientes dos libros prometedores: En mares salvajes y Canta Irlanda).


Otra de esas grandes historias situada a medio camino entre viaje e historia personal, es el libro Hacia rutas salvajes, de John Krakauer, un libro impactante, muy especialmente porque está basada en hechos reales y es una historia tremendamente impactante (la película basada en este libro merece la pena por los paisajes que muestra...Alaska en estado puro). Des este mismo autor tenemos Mal de altura, donde narra los trágicos acontecimientos sucedidos en el Everest en el año 1996, basado en una experiencia personal ya que el propio Krakauer participaba como miembro de una de las expediciones que se vio involucrada. La forma de narrar de este autor no es muy literaria, más bien es periodística, pero con un estilo muy ameno.


Dentro de esta literatura de viajes es necesario, obligatorio diría yo, incluir al gran Ryszard Kapucinski, periodista intrépido que recorrió parte del mundo durante el ejercicio de su profesión como corresponsal de guerra, y que nos ha dejado maravillas literarias, donde no sólo nos lleva con él a mundos desconocidos, sino que nos adentra en los grandes conflictos de la última segunda mitad del siglo XX, muy especialmente los provocados por la descolonización europea de buena parte de África, origen de muchos de los conflictos actuales y, en gran medida, de la situación actual de los países africanos. Dentro de su extensa obra es difícil seleccionar, más teniendo en cuenta lo mucho que me queda por leer, pero si alguno tengo que nombrar me quedaría con dos títulos, el primero Ébano, que por ser el primero tengo gratos recuerdos, y un segundo que leí hace poco, Viajes con Heródoto.

 Otro habitual de la literatura de viajes, pero más cercana, es Julio Llamazares, personalmente me gusta mucho su narrativa, ya que es especialmente poética, y tiene algún libro, no de viajes, que es mágico. Pero centrándonos en lo que nos concierne en esta entrada habría que nombrar El río del olvido, un viaje muy especial a lo largo del río Curueño, en la provincia de León, que nos acercará a una tierra mágica y que adoro, hasta llegar al punto de nacimiento de este río en el Puerto de Vegarada, en la divisoria entre León y Asturias. Merece la pena recorrer físicamente la zona, con el libro como compañía. Y uno de los que tengo pendientes, espero que por poco tiempo, es Las rosas de piedra, un recorrido por las catedrales de España, que seguramente animará a más de uno a coger el coche y recorrer esos tesoros que tenemos tan cerca.
Pero, como suele ser habitual, en este género tengo más pendientes que leídos (como de tantos otros, los pendientes son interminables) que prometen grandes momentos y que no me puedo resisitir a mencionar...

Uno de los libros a los que le tengo muchas ganas es Los viajes de Júpiter, de Ted Simon, donde nos hace partícipes de sus viajes en moto por todo el mundo, hace ya algunos años, cuando lo de viajar era una auténtica aventura (sin móviles, ni GPS, ni tanto satélite). También tengo curiosidad por adentrarme en las expediciones polares con dos títulos, por un lado El peor viaje del mundo, de Apsley Cherry-Garrad, de la trágica expedición de Scott en su búsqueda del Polo Sur, y en segundo lugar el libro Shackelton el indomable, de Javier Cacho, sobre el gran aventurero que fue Sir Ernest Shackelton.

Por supuesto que se echarán de menos muchos, no muchísimos títulos, pero espero ir ampliando la lista a medida que vaya leyendo más. A pesar de ello, solo he intentando dejar constancia de aquellos que, hasta la fecha, me han causado una mejor impresión. Pero ya se sabe la ignoirancia es atrevida.

Felices viajes (ya sean reales o imaginarios)

domingo, 11 de enero de 2015

La Navidad y otros momentos entrañables

Pues sí, la Navidad llegó y pasó, y ya estamos en un nuevo año. Para mí la Navidad es un momento maravilloso y entrañable, porque nos da, o me da, la oportunidad de disfrutar más que nunca de mi familia y hacer cosas con ellos que el día a día no nos suele dejar tiempo, salimos juntos, reímos, cenamos, comemos, pasamos noches en vela...bueno, para mí es una época especial, desde luego.

Pero si algo tiene especial la Navidad son los Reyes Magos de Oriente, me encanta esta tradición, así que seguimos poniendo puntualmente el agua a los camellos y escribiendo la carta a los Reyes para que nos dejen algo...si nos hemos portado bien, claro. Y debe ser que no me porto muy mal, porque hasta la fecha siempre han dejado algo, poco o mucho, pero siempre algo, y lo que es mejor, siempre me dejan libros, deben saber que para mí son el mejor regalo que hay, por algo son Magos.

Este año no ha sido distinto de otros y puntualmente me han dejado cuatro libros, alguno más conocido que otro, pero que seguro que me proporcinarán momentos estupendos, es lo bueno de regalar libros, no solo regalas la cosa en sí misma, sino momentos inolvidables, te transportan a otros lugares y otras vidas...te hacen viajar...¿qué más se puede pedir a un regalo?.

No me resisto a compartir mis estupendos regalos de este año, aunque todavía no he empezado a leer ninguno de ellos, pero hay que tomarse el año con calma. Estos son mis nuevos cuatro amigos:


El club de lectura del final de tu vida, de Will Schwalbe

 Este libro se lo he regalado a mi madre, espero que los Reyes no se enfaden por ello, pero es que ya me lo había leído...así que como me gustó mucho se lo he pasado al resto de la familia para que disfruten de él. Es un libro tierno en el que se profundiza en la relación entre un hijo y su medra enferma de cáncer, que encontraran en los libros unos últimos momentos que compartir, me gustó especialmente el papel que juegan los libros en estrechar los lazos familiares. Si alguna pega hay que ponerle, es que casi todos los libros mencionados son americanos (lógicamente porque el autor es americano, y el libro autobiogrñafico), con lo que muchos de ellos yo no los conocía. 






Mendel el de los libros, de Stefan Zweig 

Tenía muchísimas ganas de leerlo, en el fondo es un pequeño cuento, pero siempre me han llamado la atención los libros que hablan sobre libros, así que este no iba a ser menos, y conmayor razón si el escritor es Stefab Zweig. Promete una buena tarde de lectura y café.







 

Tesla y la conspiración de la luz, de Miguel Ángel Delgado

Curioso, muy curioso...estas Navidades estuvimos viendo la exposición de Tesla en la fundación Telefñonica, en Madrid, que, por cierto, resultó muy interesante y me mostró muchos aspectos totalmente deconocidos de este gran hombre, me llamó especialmente la atención la luchas con Edison...y mira por donde me llega este libro, escrito por uno de los comisarios de la exposición en cuestión y cuya trama principal son las disputas con Edison...estoy deseando leerlo, para profundizar en en la figura de Tesla. Además me encanta la portada.





Un paso al frente, de Luis Gonzalo Segura

 Bueno, este libro le tenía ganas por toda la polémica existente en torno a él, no sé si lo que se ha escrito es para tanto como dicen, pero al final a uno le provoca curiosidad, así que los Reyes aquí hasn estado dispuestos a saciar mis ganas de conocer la polémica a fondo, veremos si es para tanto como se ha dicho.