martes, 19 de agosto de 2014

El ritual de elegir la próxima lectura

Cuando llega el momento de terminar la lectura que tienes entre manos se juntan dos emociones, la primera el placer del “hambre” saciado (si la lectura ha cubierto nuestras expectativas); y en segundo lugar el gusanillo que recorre el cuerpo cuando hay que seleccionar la lectura que nos acompañará en las próximas horas, días o semanas (en alguna rara ocasión pueden ser meses, pero en mi caso no es muy a menudo), para muchos este momento es todo un ritual en el que se ponen de manifiesto muchas manías de los que nos gusta esto de los libros.


Algunos de mis queridos libros

Yo ahora mismo estoy en ese momento, acabo de terminar un libro, que bueno, no ha saciado del todo mi apetito lector (por eso no voy  a escribir nada acerca de él), pero que me ha acompañado durante unos cuantos días como un perrillo fiel. Ahora busco en mi estantería, siempre lleno de pendientes (de este tema tendremos que hablar más despacio en otra ocasión), una historia, un amigo. 

Aquí cada uno tiene sus propios criterios de selección, unos tienen perfectamente localizados los pendientes y los llevan en estricto orden: primero en entrar primero en salir (hay un concepto informático para esto); otros sencillamente se ponen delante y esperan a que “algo” les indique cuál es el siguiente; otros van cambiando de género, reduciendo la lista de posibles candidatos; otros cogen una saga y hasta que no terminan todos los tomos no paran…hay tantos criterios o “rituales” como lectores podamos encontrar…

En mi caso, y puesto que hoy me enfrento a esta decisión, no tengo criterios claros, aunque sí ciertos hábitos (que alguien podría llamar manías, pero que a uno mismo no le gusta llamar así). Generalmente no me leo las sagas del tirón porque me termino aburriendo (ya sea de los  romanos o de los mundos fantásticos); me gusta cambiar de género para no saturarme (un vez me dio por la novela histórica y después no pude leer nada de este género hasta pasado un año), aunque a veces tengo momentos en los que me centro en los libros de divulgación y me dejo saturar un poco; no sigo el criterio de primero en entrar primero en salir, un libro puede quedarse en mi estantería como pendiente durante años, condenado al ostracismo sin motivo aparente;  y lo que sí tengo en cuenta es el tiempo del que dispongo, por ejemplo, ahora me voy de viaje en breve, y como no me puedo llevar un libro pesado, optaré por un libro que me de tiempo a leer, vamos delegadito, antes de irme para llevarme uno sin empezar (de bolsillo), porque no me gusta dejar un libro a medias durante mucho tiempo; pero quizá mi criterio clave es que intento que ese “algo” me hable…

Mi ritual favorito consiste en ponerme delante de la estantería, donde se mezclan libros ya leídos con pendientes, y recorrer sus títulos hasta que alguno me dice algo…un libro que ha estado esperando durante años, pasa a ser un título interesante, o que se impone con fuerza al resto, y por supuesto hago caso a esos impulsos, porque generalmente me llevan hacia el libro que necesito en esos momentos…y no suele equivocarse…así un libro que nunca se había hecho notar pasa a ser el más atractivo, o un libro que en un momento tuve que dejar a medias (otro tema para tratar) pasa a tener su momento…

Siguiendo este proceso, y después de pasear la vista por diversos títulos, veo varios que me llaman la atención, así que dejo que mi voz interior me diga…y así he elegido mi próxima lectura (ya veré si equivocada o no), y compañía en el jardín de Sócrates. 

lunes, 11 de agosto de 2014

Leyendo en el Jardín de Sócrates


Voy a iniciar este blog con una confesión (hay que empezar con sinceridad) y es que el nombre de este blog nace de una pequeña confusión por mi parte…sí, lo confieso, la ignorancia a veces nos lleva a estas cosas. El nombre lo había elegido pensando que una cita, que me gusta especialmente, estaba atribuida a Sócrates, la cita en cuestión es:

"Si cerca de la biblioteca tenéis un jardín ya no os faltará de nada"

 Con la que estoy muy de acuerdo, pero he aquí, que mirando la lista de citas que voy recopilando (sí, además de libros voy coleccionando citas…los defectos son muchos), he visto que esta cita se atribuye a Cicerón y no a Sócrates, pero como el nombre me gustaba y “El jardín de Cicerón”  no me sonaba tan bien como “El jardín de Sócrates”, pues nada, se ha quedado con el nombre inicial.
Esta confesión sirva también para aclarar, que la elección del nombre no tiene nada que ver con cierta novela cuyo título se asemeja bastante (sí, sí, hablo de “Asesinato en el jardín de Sócrates”), no por nada, ya que no la he leído, aunque he pensado que quizá sea un buena forma de “inaugurarme” como blogera, me lo tendré que pensar. 

Este jardín espera ser una lugar de encuentro para amantes de los libros, los amantes de las librerías, de las bibliotecas…es decir, del mundo de los libros, con todo lo que ello conlleva, porque en el mundo de los libros caben muchas cosas, que van desde las manías lectoras, a los objetos asociados a la lectura, y a un largo etcétera, que seguro mi familia calificaría dentro del término “friki de los libros”. 

También me gustaría dejar un hueco para alguna reseña de aquellos libros que me parezcan interesantes (ya sea porque son entretenidos o porque hay algún aspecto en su contenido que me resulte especialmente llamativo), por supuesto desde un punto de vista totalmente personal, ya que no soy una entendida en literatura, mi criterio se limita a me gusta o no me gusta, sin intentar determinar el valor literario. Es más, en no pocas ocasiones, mis gustos no coinciden con el valor literario de las obras, a decir por los críticos y entendidos.  

Ojalá encuentre en las plácidas sombras de este jardín un lugar de lectura y alguien con quien compartir opiniones y manías lectoras.