lunes, 27 de abril de 2015

Encuentro literario con Julio Llamazares

Este sábado 25 de Abril de 2015 he (o hemos) podido disfrutar de una gran experincia, como ha sido el encuentro literario organizado en el Círculo de Contribuyentes de Alcalá de Henares (Madrid), organizado por la Librería de Javier (de la misma localidad), con el escritor Julio Llamazares.

No sé si habéis leído algo de este escritor...yo lo descubrí hace algunos años, por insistencia de mi pareja, con el libro Luna de Lobos, una historia, simplificando bastante, sobre un maqui en los años posteriores a la "finalización" de la guerra, para algunos. Después leí El río del olvido, un recorrido por el río Curueño (León), zona que he recorrido gracias a mi afición a la montaña y que me ha llevado a descubrir lugares maravillosos. Tras este libro vino el despertar de mi admiración por Llamazares, que me llevó a convertirme en una lectora incondicional de su obra, debido a La lluvia amarilla, esta obra me hizo sentir y descubir cosas nuevas, es un libro poético, desgarrador y, al mismo tiempo, hermoso, humano, pocas veces un libro ha dejado una huella tan honda en mi persona. A partir de esta obra he leído dos más, la primera de ellas Las lágrimas de San Lorenzo, obra poética que me dejo cierta sensación de desasosiego, y Distintas formas de mirar el agua, que nos lleva de nuevo a tierras leonesas, para descubrir lo que la superficie esconde y las distintas miradas posibles ante una misma realidad.

De todas las obras mencionadas yo, y es una opinión total y absolutamente personal, me decanto por La lluvia amarilla y Distintas formas de mirar el agua, y por una razón...me encanta la montaña y las actividades relacionadas con ella, como he comentado, estas actividades me han permitido acercarme a nuemerosos pueblos abandonados y zonas despobladas de las zonas montañosas de nuestra geografía, y estos dos libros, quizá por desarrollarse en zonas similares (aunque en la literatura de Llamazares creo que la ubicación es lo de menos), me han permitido ver otra realidad diferente, ver en las montañas y en sus pueblos y pantanos más de lo que veía, y sentir más de lo que sentía. Para aquellos que hayan leído su novela de Distintas formas de mirar el agua, seguro que lo entenderán cuando les diga que yo, en mis andanzas montañeras, era el último personaje que pasa por la carretera, y estos libros me han permitido cambiar esa visión de lo que me rodea.

La obra de Llamazares es diferente, no cabe duda. Ayer viendo un programa maravilloso de música clásica (This is Opera), me gustó algo que decían de la música de Debussy que, para mí, quizá explica un poco las obras de este autor, su música (sus libros) buscan más que representar una realidad, no se conforma con ver un jardín desde la valla, sino que intenta que te adentres en él, intenta despestar la realidad en tu interior a través de lo que te hace sentir, despertar tus emociones que el jardín no lo veas, sino que lo sientas. Para mí, la obra de Llamazares, es algo así, puro sentimiento, no hay diálogos, ni complejos argumentos narrativos, sino un arcoiris que despierta el alma del que los lee, un regalo para los sentidos.

Centrándonos en el encuentro en cuestión, fue un auténtico placer escucharle y comprobar que sus libros tienen  una prologación en una persona que ve e interpreta la realidad de forma lúcida y, aunque sorprenda, muy divertida, ya que hizo gala de un excelente sentido del humor contando anécdotas e historias que, para el que haya leído sus libros y dado su cierto halo nostálgico, no dejará de sorprender.

Fueron casi dos horas para disfrutar, y conocer a un escritor que en el tiempo en que duró el encuentro, e independientemente de si se está de acuerdo con él en todo o no, pasó por los temas más dispares, exponiendo su visión sobre la literatura y los escritores en la actualidad y sobre la literatura en general, habló de su obra y contestó a todas las preguntas que se le hicieron, trató el tema de la despoblación en el medio rural, habló sobre el coste del progreso y la realidad que hay por detrás de los pequeños gestos y cosas que damos por ciertos, argumentó sobre la relatividad de la verdad...Y todo ello aderezado con algunas risas, que el sentido del humor nunca está de más.

Esta que escribe, disfruto mucho, y además tuvo el placer de quedarse la última para que me firmase un libro, aunque esto no era lo importante, lo importante era darle las gracias por sus libros, y así lo hice, ya que, por añadidura, es una persona simpática y de trato amable que habló con cada uno de los que le pedimos una firma, a pesar de que el trámite duro más de una hora.

Bueno, no puedo terminar esta entrada sin recomendaros que os informéis de los próximos encuentros literarios (tenéis información en la Librería de Javier que mencionaba), ya que hay interesantes encuentros en las próximas semanas.

jueves, 23 de abril de 2015

¡¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!!





Felicidades a todos aquellos que disfrutáis, soñais, voláis con una buena historia, a todos los que lloráis leyendo la muerte de vustro protagonista, os emocionáis con los sentimientos de los personajes, os enfadáis ante las injusticias ficticias, viajáis por mundos inventados...a todos aquellos que piensan que la mayor felicidad es una taza de café (o té), una manta, un buen sillón, y un buen libro...porque ¡¡hoy es vuestro día!!

En un día como hoy no olvidéis a esos grandes amigos que nos acompañan en las noches de insomnio, en nuestros momentos más bajos, que siempren tienen unas palabras de aliento y una lección que mostrarnos, y como homenaje...incluid un amigo más en vuestras estanterías.

Felices lecturas.

lunes, 6 de abril de 2015

Libros para reírse

Esta entrada es algo improvisada, y motivada por uno de los últimos libros que me he leído, porque hacía mucho, mucho tiempo, que no me reía tanto leyendo...y aunque he escrito una reseña del libro (os pongo el enlace por si os interesa Una madre), me ha dado por pensar en esos libros que me han hecho reír en algún momento...aunque solo sea una escena, una situación o un capítulo...y es que hacía tanto que no me reía con la lectura.

Desde luego la culpa no es de los libros, sino del tipo de libros al que últimamente dedico mi tiempo, y me he dado cuenta que de vez en cuando hay que darse a la risa. Más si encima el libro es bueno, es decir no es un libro tonto, sino un libro inteligente con situaciones divertidas que encierran historias sinceras...y este es el caso del libro que comentaba ("Una madre" de Alejandro Palomas), un gran libro, con una historia tiernas y real, pero que encierra pequeñas píldoras simpáticas y divertidas.

Echando la vista atrás intento recordar algunos otros libros que me hayan hecho reír, o tan siquiera sonreír, y no encuentro muchos (que no quiere decir que no los haya), pero siempre alguno hay...y quiero dejar aquí las referencias a algunos de ellos por si alguien quisiera divertirse un rato leyendo...desde luego para gustos los colores, pero espero que os diviertan como me divirtieron a mí.



Uno de los que me han hecho reír, pero únicamente en una parte concreta del libro, fue el libro de Come, reza, ama, de Elizabeth Gilbert,el libro en sí mismo no está mal, pero tiene una parte inicial de la protagonista en el baño "hablando" con Dios sobre su vida, su matrimonio...que me hizo llorar de la risa por como está descrito, el tono, la descripción...muy bueno. Una pena que el resto del libro no esté al mismo nivel, y una pena también que en la película le haya dado un tono dramático que no se corresponde con lo que está escrito.





El siguiente libro que recuerdo como muy divertido, pero este de mi juventud, es Un yanqui en la Corte del Rey Arturo, de mi querido Mark Twain. Un clásico entre los clásicos, pero que sigue siendo divertido, aunque se haya quedado un poco desfasado, pero los clásicos si encima son divertidos hacen que sean más clásicos si cabe. Una historia donde se mezcla pasado y "presente" y se dan las situaciones más disparatadas, pero que refleja muy bien como el conocimiento avanza y lo que en su momento hubiera sido visto como pura magia o brujeria, hoy es ciencia, avances modernos (bueno, ahora ya no tan modernos), en clave de humoer. Una lectura estupenda para iniciarse en esto de la literatura, o al menos, a mí me consiguió enganchar...lo mismo se lo debo al amigo Twain.


Hace un tiempo dí, un poco por casualidad, con este libro, Maldito karma, de David Safier, ahora es un autor muy conocido pero entonces no lo era tanto. Es verdad que Safier tiene varios libros que utilizan el humor como clave, pero, para mí, el mejor es este, planteando las sucesivas reencarnaciones de une mujer que no ha sido muy buena en vida y que en sus sucesivas vidas expiatorias tendrá que recuperar a su familia, y por añadidura aprenderá a valorar su anterior vida, de la que tanto se quejaba. En libros posteriores este autor ha seguido utilizando el humor como clave en sus novelas, pero creo que ninguna llega a ser tan buena, o quizá es porque al ser la primera me resultó novedosa y más original.


El último que me viene a la memoria es el libro de La tía Mame, de Patrick Dennis, donde cuenta la historia disparatada de un pobre niño que va a parar con su loca tía Mame (o quizá sea un chico con suerte), que plantea las situaciones más locas. He visto que hay una segunda parte, La vuelta al mundo con la tía Mame, que quizá me decida a darle una oportunidad, para una de esas semanas en las que esté cansada de noticias malas y necesite un poco de buen humor a mi alrededor.



No son muchos, y me gustaría tener una lista más larga, pero es cierto que nunca me han llamado la atención este tipo de libros, pero quizá sea el momento de darles una oportunidad, para acompañar a estas soleadas tardes de primavera, con un buen café y una buena butaca en la terraza.

Felices lecturas y a mantener el buen humor....eso, ante todo.