miércoles, 14 de octubre de 2015

He vuelto de vacaciones...¿cuánto he leído?

Pues me fuí de vacaciones, y he vuelto...como comenté en una entrada anterior, finalmente decidí llevarme el libro de "Un libro que podría titularse el baile de la berenjena", por las razones que expuse.


Lo cierto es que las vacaciones las he pasado viajando en bici, y el libro lo he paseado por un par de países durante tres semanas, para, al final, leer 10 páginas. Me ha dado pena porque lo he destrozado un poco, y ha venido lleno de roces que es una pena porque la edición del libro es realmente bonita, pero claro con tanto bache, era de suponer.

Cada año me pasa lo mismo. Muchas veces leyendo foros y hablando con otras personas me comentan que en verano precisamente es cuando aprovechan para leer más, en mi caso es justo lo contrario, es irme de vacaciones y entro en una sequía lectora, si reviso mi lista de libros leídos cada año, observo exactamente lo mismo. El próximo año me pensaré llevarme un libro a las vacaciones, pero sé que no es verdad y me terminaré llevando uno, porque no sé estar sin libro, aunque no lo abra.

Yo creo que me pasa porque mis vacaciones suelen ser bastante movidas y de descanso tienen poco, ya sean viajes en bici o haciendo un trekking, pero no paro, con lo que por la noche cuando llego donde decidamos dormir, muchas veces la tienda de campaña, no puedo ni con mis pestañas.

Aunque también puede ser que justo en vacaciones y precisamente por el tipo de viajes que hago, descubriendo sitios nuevos y culturas diferentes, precisamente en esos momentos es cuando menos necesito evadirme de la realidad, porque la realidad ya es sorprendente por sí misma, es excitante, interesante...quizá el resto del año necesito buscar una evasión, despertar mi imaginación, en cierta medida, huir del monótono día a día...y esto me lleva a pensar en que, de alguna forma, durnte el resto del año los libros me permiten viajar sin hacerlo...

Al final, si juntamos todo lo dicho, creo que lo que más me gusta en el mundo es viajar, conocer nuevos lugares, aprender, ya sea a través de un libro o físicamente...no hay nada mejor que descubrir nuevos mundos y nuevas realidades, que nos demuestren y nos enseñen que la realidad es mucho más rica que lo que vemos en el día a día, mucho más variopinta de lo que nunca pudiéramos imaginar si nos quedásemos sentados en casa. Así que, en el fondo sí que he leído mientras viajaba este verano...y también viajo mientras leo, cuando me quedo.