lunes, 28 de diciembre de 2015

¡¡Feliz Navidad y felices lecturas para este 2016!!

Llegaron las Navidades y con ella, aunque solo sea por un tiempo, un montón de buenos deseos y, al menos, la intención de ser un poco mejores, más sonrientes, más atentos, más amables.

Siempre oigo decir que todo eso está muy bien pero, ¿qué pasa el resto del año?.Soy de esas personas que prefiero que la gente sea un poco mejor aunque sea por tiempo limitado a que no lo sea nunca, así que bienvenidas las buenas intenciones, si ya consiguiéramos que durasen el resto de los 11 meses y medio que tenemos por delante sería espectacular, pero menos da una piedra.

Sí, me encanta la Navidad, no lo puedo evitar, me encanta tener una excusa para reuinirnos toda la familia todas las semanas, me encanta buscar ese pequeño detalle que le hará ilusión a cada uno...a veces estresa, pero no lo dejaría de hacer, me encanta escribir la carta a los Reyes Magos (con 40 tacos que tengo) y me encanta la ilusión de la noche de Reyes, quién sabe, lo mismo alguna noche aparecen por aquí.

La decoración es un parte importante detodas estas tradiciones y cada año intento idear un pequeño Árbol de Navidad para decorar mi pequeño hogar, la decoración buena la dejamos para la casa de mis padres, y este año le di vueltas y pensé que estaría bien hacer de los libros una bonita decoración de Navidad, sin necesidad de comprar nada más. Así que me puse manos a la obra, lo que parecia fácil no lu fue tanto,  porque tuve que mirar tamaños, grosores y formas, para que seadecuasen lo mejor posible a la forma que quería darle, pero finalmente consrguí un árbol, bueno siendo sinceros más bien es un arbolito, que decora la entrada y que deja claro cual es una de las pasiones de sus dueños. El resultado de talesfuerzo decorativo es el que podéis apreciar en la foto.


En la base hemos siuado losrobustos Pirineos, para ir disminuyendo el tamaño y el peso a medida que ascendemos, así en el segundo nivel nos encontramos a Las Benévolas (Jonathan Littell) y en el tercero elmagnifico Cisnes Salvajes (Jung Chang), buscando grosores menores localizamos en al cuarto nivel el libro de el bolígrafo de gel verde (Eloy Moreno) o El día que Nietzche lloró (Irvin D. Yalom). El quinto nivel lo dejé practicamente del mismo tamaño y grosor porque corría el peligro de que el árbol pasase a serun bonsai, así que incluí  El club de lectura del final de tu vida ( Will Schwalbe) y para elevar un poco la altura, en el siguiente nivel, se colaron los libros de Señores del Olimpo (Javier Negrete) y Dioses, tumbas y sabios (C. W Ceram). A partir de este punto ya entraron casi sin discriminación los libros de bolsillo, algunos de la saga de Juego de tronos ( George R. R. Martin), o alguno de viajes como El río del olido (Julio Llamazares), y algunos de la editorial funambulista que resultaron tener la forma perfecta para estos niveles finales, como La fórmula preferida del profesor (Yoko Ogawa), pero también algunas lecturas más clásicas como La arboleda perdida (Rafael Alberti). 
 
El resultado de todos estos títulos juntos y estilos tan dispares es un árbol algo asimétrico, pero que espero que sea representativo de las grandes lecturas que nos esperan en este año que empezará en breves días.

Solo os deseo que este año 2016 os deje construir un magnífico árbol de lecturas y buenas historias. 

¡¡FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2016!!

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